Ruta 2018. 5º Aniversario. Día 4.

Día 4. 3/10/2018

Badia - Ovaro

Sesión dolomítica y Tre Cime. Hola Alpes Carnicos!

Día soleado y fresco. Nos despedimos del dueño y vamos a buscar un sitio donde nos den de desayunar. Por las fechas en las que viajamos la cafetería donde vamos a tomar el café esta vacía de turistas, salvo nosotros, sentándose en las distintas mesas del local gente del pueblo bastante mayor que nos mira con caras de extrañeza. Unos cafés y varias tostadas después, dejamos de ser el momentáneo centro de atención. Todo muy bueno.

Gran verdad.

Partimos hacia el passo Gardena. La anterior vez que pasamos por aquí estaba nublado y nos gusto mucho pero esta vez podremos admirar las fantásticas vistas y la fusión de los colores azul, verde y marrón.

El Sassolungo 

La carretera de la izquierda que circula pegada al macizo montañoso, nos acompañara hacia el passo Sella. Cuando estas allí debido a la saturación de majestuosidad, no te sobrecoges tanto como al llegar a casa y ver las fotos, preguntándote: 'Yo he estado allí?' 

Después del entrante del día vamos hacia la merienda con el passo Sella y a continuación el Pordoi. El Sella nos fui imposible de subir la primera vez que lo visitamos y en esta ocasión se ha rendido a nuestro pies, esto es una maravilla.

Passo Sella 2013.

El mismo en 2018. Está hecho 

Preciosas vaques, imán de turistas.

Agarradme que subo a la cima!

Si la subida al Sella es curiosa la del Pordoi es muchísimo más divertida. El trafico nos permite agilizar la subida y darle un poco de gas a los dormidos motores. Vistas como siempre espectaculares. Una vez comprada la pegatina de recuerdo de rigor tiramos hacia el passo Falzarego.

Una vez ascendido e bonito Falzarego, compramos la pegatina conmemorativa de tal azaña   y descendemos hacia Cortina donde pararemos a comer. En el passo Falzarego uno grupo de rumanos intenta colar el timo de la obra benéfica, los mando al carajo al instante.

La bella cortina. El hotel Impero en el que me aloje en 2 ocasiones ha cerrado, espero que estén de reformas. Buscamos un sitio donde comer y al final el sitio seleccionado es la terminal de autobuses. Estaban muy contentos de que les pidiésemos de comer a las 14h.

Evidentemente esta no es la parte más bonita de Cortina d'Ampezzo pero si donde comimos. Detrás de la furgo roja está...

Y por fin nos dirigimos hacia una de los puntos claves de viaje, el Refugio Auronzo y las Tre Cime di Lavaredo. Desde 2012 que vine, llevo con ganas de visitarlo y por supuesto no me ha decepcionado. La panorámica sobre esta zona de los Dolomitas es brutal.

Que maravilla y aun no hemos llegado.

El Rifugio Auronzo. Visita obligada aunque antes de poder acceder hay que pagar un peaje de 20 euros, pero merece la pena...podremos volver algún día?

Se puede subir un poco más y acceder a un parking donde se halla este mirador con una vistas (pon un sinónimo de espectacular). En la pared a nuestra espalda, quedan cuevas donde se refugiaban los soldados italianos en la 1ª Guerra Mundial.

Detrás del refugio se inicia una ruta de trekking que pasa por debajo de la expectacular Tre Cime y que, como tenia programado, realizamos. Un buen momento para estirar las piernas y ver la majestuosidad de los Dolomitas en todo su esplendor. Cuantas veces durante estos años vi en los mapas el refugio y la montaña, por fin estoy aquí con mis compañeros. Un sueño cumplido.

Cruzaremos los pueblos que veis al fondo más adelante, Giralba, Reane y Auronzo di Cadore.

Hay que verlo, esto no le hace justicia.

Sin palabras.

Una vez llegaos a la pequeña capilla damos la vuelta para ponernos en marcha otra vez.

Dejamos esta maravilla y comenzamos la última etapa de la ruta de hoy. Antes me detengo a cambiar la bombilla de mi moto y aprovechamos para descansar un poco.

Entramos en terreno virgen para nosotros con el ascenso al espectacular, por lo roto de su carretera y sensación de estar perdido Sella Ciampigotto. Este nos abre las puertas a los alpes Cárnicos. No tengo mas fotos de la subida ya que a estas horas nos empieza a entrar el gusanillo de la cena y la ducha.

 

Pero mientras nos acercamos al hotel Aplis la noche se ha adueña del lugar. Circulamos a paso ligero por una estrecha carretera bordeada de arboles que fluye a través del bosque. Las luces de nuestras motos iluminan fugazmente la escena. MÁGICO!

Una vez en el hotel guardamos las motos en el parking y posteriormente disfrutamos de posiblemente la mejor cena del viaje. Buen vino y comida. Limocello o grappa para relajar.

Gnocchi di Zucca a la carnica.

  

A dormir nenas!!