Ruta 2019. SUIZA. Días 4 y 5.

Día 4. San Bernardino – Flüli.

Si la niebla te fastidia las vistas, dale gas y al menos disfruta de la carretera.

Nos despedimos de este hotel de ensueño y descendemos en dirección a Bellinzona. El primer tramo del día es precioso pero cuando vas descendiendo el aumento del tráfico ralentiza la marcha. Paramos en un bar donde tomamos algo y una espectacular señorita nos sirve, esto también cuenta como parte del espectáculo alpino no?

Castello di Mesocco

Comenzamos el ascenso del bello passo Lucomagno por una buena carretera, como suele ser norma es Suiza, y con un paisaje brutal que invita a darle al gas con alegría, ya sabéis de que os hablo.

Otro puerto para la lista.

Un pequeño inciso. Esta es la séptima vez que venimos y sinceramente uno no se cansa de esto. Todos coincidimos con lo mismo. Terminas el viaje llegas a casa y al cabo de unos meses te ‘olvidas’ y piensas que ya esta bien de Alpes y da pereza volver, hay mas mundo ahí fuera, pero cuando estás entre estas montañas nos sentimos en casa. Para viajar y disfrutar de la moto es un sitio único.

P.D: dicho esto, el año que viene nos vamos a otro sitio

Sigamos…

De camino al Furkapass nos encontramos con un puerto que entre una cosa y la otra nunca hemos hecho y es el Oberalppass y nos pareció espectacular. Fue elegido como lugar para comer. Un palet nos ayudó mucho a modo de mesa, ni hecho aposta.

Como en casi todo los puertos suizos, siempre hay un buen ambiente.

Tras la comida, y tras unas nubes que nos mostraron el futuro, nos dirigimos hacia Andermatt la cual atravesamos por la zona antigua, perfecto.

Andermatt, mientras descendemos el Oberlappass. Empieza a hacer fresquito.

Iniciamos la subida al Furka entre nieblas. Al fondo del valle mientras ascendemos, entre los girones de nubes que nos impiden ver bien el valle se vislumbra el río Reuss que lo atraviesa. Galvez pide parar para hacer fotos, normal, pero ya es demasiado tarde hemos empezado a darle gas y esto no tiene parada posible. La GS1250 se reafirma, para mi, como la reina de los Alpes. Siento esa fusión moto/conductor que me pasa en pocas motos. Un ascenso vertiginoso en una carretera rota, el paraíso? Puede ser, yo creo que si. Brutal.

5º en la cima y viento…sensación térmica de 0º. Nos hacemos las fotos de rigor y nos dirigimos hacia el Grimselpass que como que se desde aquí, estará aun con mas nubes, una lástima las vista de su lago son espectaculares.

El amor al Furka llega hasta estos extremos.

Una lengua de nubes desciende por la vertiente del Grimselpass, no veremos nada pero estas fotos son una maravilla.

Del Grimselpass poco puedo deciros, lo subimos ya en 2014 con buenas vistas pero este año nada, las nubes muy bonitas.

A media tarde nos vamos acercando a Flüli, lugar donde tenemos reservado el hotel, pero antes disfrutaremos de la magnífica Panoramastrasse que nos llevará hasta él. No puede haber mejor fin de jornada que este.

La luz de media tarde siempre echa una mano con las fotos.

Lungerersee, precioso lago el que bordeamos.

Las vistas desde la Panoramastrasse. Al fondo el lago Sarnersee y el pueblo de Sachseln.

Con paso de montaña incluido, perfecto.

Llegamos al hotel Flühli, un precioso hotel tradicional con habitaciones de madera y caro. La cena muy buena pero cara. Estamos en Suiza y vale la pena.

Día 5 Flüli – Morgins

La otra Suiza. Parques de Entlebuch, Gantrisch y Gruyère.

Nos despertamos y partimos a recorrer la preciosa ruta de hoy. Son las 9 de la mañana y estamos a 5º. Otro fantástico día despejado.

Que moto mas chula tienes!

Tenemos en mente a Suiza como el país de las montañas y los pasos pero nos espera en la retaguardia o la antesala, según de donde vengas, un país de suaves carreteras, prados y pueblos. Donde los altos pasos de montaña están lejos y priman los verdes de la hierba y el azul claro de los ríos. Montañas más modestas pero que igualmente te dejarán boquiabierto.

Tiene cierto aire a la selva negra, siendo esta zona Suiza mejor a nuestro parecer. Se puede dedicar 2 o 3 días explorar toda la zona pero el tiempo apremia y nos tendremos que conformar con uno que dio mucho de si, todo sea dicho.

Tranquilamente vamos atravesando estos parques naturales. Estas carreteras invitan a conducir rápido y también a disfrutar del paisaje, si eres indeciso tendrás un problema al venir por aquí.

Ascendemos en Grunigelpass, con estas espectaculares vistas, uno acaba saturado.

Pon la cámara y las buenas fotos salen solas.

Nos desviamos hasta el bonito lago de Schwarzsee. Es un recorrido de ida y vuelta pero creo que merece la pena por las vistas que tiene.

Hay que ir a Suiza, no hay escusa.

En este restaurante de la derecha, donde afanosamente coloca algo el compañero, nos sirven la peor comida de nuestra historia. Una triste salchicha con no se que más y con un servicio algo cuestionable. Lo único que puedo llegar a perdonar es que para ellos no eran horas...las 14.30. Aunque en otras ocasiones nos ha pasado lo mismo y siempre nos han atendido correctamente y con una buena mesa, paciencia.

Nos acercamos hacia el Jaunpass pero no lo hacemos. Hay una estrecha carretera, Abländschenstrasse se llama en el primer tramo y que la encontré de voleo, que es una auténtica maravilla. En esta ocasión, quiero pensar que si vienes otro día no, estaba sembrada de merde de vache, siendo bautizada como tal: Route de merde.

La RdM, escondía un secreto, esta preciosa cafetería atendida por un portugués y su mujer. Pastel de 10 y café bueno para ser Suiza. Una maravilla.

Continuamos hacia el col du Pillon atravesando Saanen, bonita carretera y paisajes, insisto.

La estación de glacier 3000. Si podéis y tenéis tiempo, nosotros no, subid por el teleférico hasta la cima. Podréis atravesar un puente sobre el vacío que hay entre dos picos cercanos, en el glacier des Diablerets, brutal.

Seguimos hacia el col de la Croix, atravesando el pueblo de Ormont-dessus. La puerta hacia el col es esta brutal pared de roca. El puerto apunta maneras.

Carreta bacheada/rota + GS + piloto cafre = pasárselo como un enano. Que bien se porta la GS en este terreno. Éxtasis motero por enésima vez en este viaje. Indescriptible.

Nos vamos acercando al lugar de reposo elegido para esta noche. Está situado en Morgins cerca del col del mismo nombre que hace de frontera con Francia. Otro acierto.